EMPRESARIOS, DIRIGENTES POLÍTICOS, OFRECIERON SU SOLIDARIDAD A LOS FAMILIARES
El empresario de la construcción, Diego de Moya Canaán, falleció ayer a la edad de 79 años, dejando una gran tristeza entre sus familiares, la comunidad profesional a la que pertenecía y la sociedad en su conjunto.
Las honras fúnebres se realizan en la Capilla E de la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln y a las cuatro de la tarde se tiene prevista la salida del cortejo al cementerio Cristo Redentor, donde será sepultado.
Anoche los familiares del prestigioso empresario pidieron a los representantes de los medios de comunicación que entendieran el dolor que les aflige, por lo que su ceremonial fue íntimo, aunque contó con una presencia notable de empresarios, dirigentes políticos, gremiales y colegas de su rama.
Al empresario le sobreviven Diego, Marcos Augusto y José Martín.
El empresario Julio Brache dijo que la muerte de don Diego de Moya es una pérdida muy dolorosa para el país. Se trató de un hombre muy emprendedor que venció muchos obstáculos y que fue un gran ejemplo de perseverancia para el país.
Pedro Delgado Malagón declaró del fenecido que deja un legado de honorabilidad sin igual y de empresariado pujante e innovador.
Para Rafael Suberví Bonilla se pierde un gran gerente, un hombre de visión y un hombre con mucha pulcritud profesional. Orlando Jorge Mera lo definió como un hombre ejemplar, un gran trabajador y un gran constructor que supo poner su talento al servicio del país.
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