Ho Van Thanh, de 82 años, y Ho Van Lang, de 42 años, sólo vestían taparrabos hechos con cortezas de árboles y sobrevivieron recolectanto frutas, cultivando vegetales y cazando animales salvajes. Los “hombres de la selva” vivían en una choza ubicada a cinco metros del suelo en un árbol.
Los hombres fabricaban sus herramientas con elementos encontrados en el bosque y sólo hablaban algunas palabras del idioma de la etnía Kor.
Según pudieron descubrir los investigadores, Ho Van Thanh vivía una vida normal en el pueblo de Tra Kem hasta el trágico día en que su madre y dos de sus tres hijos murieron en la explosión de una mina antipersonal. Se sospecha que, debido al shock, el hombre huyó del conflicto con su nene de dos años y buscó refugio en la jungla.
Padre e hijo fueron confiados a los servicios sociales, que les practicaron un chequeo médico y empezar un proceso de reinserción social.
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